foto: flikr
Después de varios días de recorrido y un largo camino atravesado, por fin se encuentra en Talpa de Allende, el punto de llegada de la Ruta del Peregrino, el lugar donde el cansancio obtiene su recompensa, el lugar de residencia de la Santa Virgen de Talpa.
Es el momento de dar gracias por todos aquellos favores recibidos, comenzando por el logro de completar la travesía y haber llegado con bien, pero no olvide que aún se encuentra a la entrada del pueblo, solo un respiro más y llegará a los pies de la Virgen.
Notará que ya se encuentra cerca, desde el momento en que entra a Talpa, pues primeramente se encontrará con la Calzada de las Reinas, una calle en la que se han colocado virgenes pertenecientes a diversas regiones del mundo, se acostumbra dejarles un rosario, es tan arraigada la tradición y la fé que se inculca esto desde pequeños, así, los niños dejan en ofrenda algún objeto o juguete preciado.
Poco después de esta parada se encontrará por fin con la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, aquí reside la figura original de aquella Virgen cuyo resplandor sorprendió a todos quienes fueron testigos de tan milagrosa restauración; construida en 1755 y concluida en 1782, es visitada constamente a lo largo del año, pero es durante los días que van de marzo hasta las Semana Santa cuando es colmada por cientos de peregrinos provenientes de diferentes partes y que emprenden camino a pie desde Ameca; al llegar aquí, tenga en cuenta que si es en las fechas mencionadas debe ser pacientes y cuidados pues en ocasiones se crean largas filas para entrar al santuario, lo que puede llevar varias horas, tome ese tiempo para descansar y meditar un poco.
Una vez visitada la sagrada imagen, no olvide recorrer el museo que se encuentra a espaldas de la iglesia, el Museo Religioso de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, en el que observará diversos atuendos que han revestido a la Virgen así como algunos otros elementos religiosos, esto con el fin de instruir un poco más al visitante acerca de la importancia de esta imagen; y si aún no conoce la historia que la hace tan venerada, aquí encontrará también documentos que explican de manera cronológica toda esta historia.
Al salir puede tomar un descanso en alguna de las bancas que se encuentran en la plaza frente a la iglesia, disfrute de alguna fruta de temporada o de los famosos rollos de guayaba, típicos de aquí, y no olvide una foto al monumento dedicado a los peregrinos que año con año acuden a este lugar.
Posterior a todo esto, será necesario un momento de distracción, que mejor que un tour al Bosque de Arce, apenas descubierto en el año 2000, por lo que se encuentra en recuperación, debido a esto, se recomienda caminar unicamente por el camino establecido y en fila india, para evitar daños, es recomendable realizar este paseo con la compañía de un guía, pues éstos conocen las rutas por las que se puede transitar dentro del bosque.