Fundada en 1486, Oaxaca de Juárez, capital del estado de Oaxaca, es una de las joyas mejor guardadas de la historia mexicana. Aquí conviven fuertes raíces prehispánicas con una cultura que cambió radicalmente tras la conquista, y ambas vertientes son visibles en la actualidad a través del fuerte movimiento cultural que habita sus calles.
Oaxaca, capital del Estado, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, debe su fama a la belleza y armonía de su arquitectura, la riqueza de sus tradiciones culturales, la extensa variedad de su comida típica y la templada suavidad de su clima, primaveral durante todo el año.
Oaxaca ha sido por mucho tiempo uno de los destinos más especiales del país. Mucha historia, cultura y tradición ronda por los aires Oaxaqueños. Los problemas políticos recientes han afectado el turismo en el estado, sin embargo no le han quitado la magia de sus atracciones especiales. La identidad colonial de la ciudad convive con una fuerte presencia de tradiciones y costumbres de muchos grupos étnicos que pueblan el estado, y además goza de un gran respeto por las culturas prehispánicas gracias a la cercanía de uno de los sitios arqueológicos más imponentes del país, Monte Albán, herencia de los zapotecos, además de Mitla, que fuera una capital de la cultura mixteca.
Al interior de Oaxaca de Juárez hay mucho folclor porque en ella conviven artesanos originarios de los pueblos al interior del estado, que dominan las artes manuales y llenan el mercado y los comercios con trabajos manuales como las piezas de barro negro, textiles y los mundialmente famosos alebrijes. La gastronomía también juega un papel muy importante en la ciudad, y es tradicional para muchos visitarla para probar al menos uno de sus famosos sabores: mole, chapulines, chocolate, mezcal y téjate, son sólo el comienzo de lo que puede ser toda una travesía. A parte de visitar y apreciar la arquitectura, mezcla de muchos años de historia de Oaxaca, podrá dar un paseo a los sitios arqueológicos cercanos como: Monte Albán y Mitla, donde conocerá algo de las culturas que habitaron la región en el México prehispánico. Otros lugares de interés para los que gustan de este tipo de distracciones son Las Villas de Yanhuitlán, Atzompa, Arrazola, La Hacienda en San José del Mogote, el sitio arqueológico en Huitzo, Por supuesto un icono del lugar El Tule (El árbol gigante), entre otros.
Oaxaca le ofrece variedad y diversión por la noche. La música y el folclor también están presentes en las noches de este bello lugar. Aquí encontrará lugares con música y diversión de muchos tipos, como disco, salsa, jazz, piano, el espectáculo de la Guelaguetza, combinado con los diferentes centros nocturnos que le ofrece Oaxaca para que nunca lo olvide.
Sin duda alguna también es un centro de artesanías por excelencia, donde podrá encontrar típicas artesanías de la región, joyas, cerámicas, ropa y un sinfín de cosas. En el Mercado Benito Juárez podrá darse gusto comprando todo tipo de artesanías y recuerdos de estas tierras. A escasos kilómetros de Oaxaca podrá encontrarse con la Villa de San Bartolo Coyotepec, famoso por su típico barro negro.