Este inmueble funciono como casa de ejercicios y capilla doméstica de los jesuitas hasta 1767 fecha en que la Compañía de Jesús fue expulsada de la entonces Nueva España.

En 1824 la capilla paso a manos del clero secular y las carmelitas descalzas, también conocida como teresianas, se establecieron aquí.

Fue en 1849 cuando las monjas emprendieron la construcción que sería su nuevo claustro, que no llego a ser concluido en consecuencia de su expulsión motivada por las Leyes de Reforma. Posteriormente este edificio  tuvo diversas funciones, fue cárcel de mujeres y en varias ocasiones funciono como cuartel.

Capilla Doméstica Jesuita, Teatro Rubén Romero

En 1966 el Gobierno del estado restauro el deteriorado inmueble y en este proceso fueron modificadas las fachada y las antiguas bardas que delimitaban el reciento, las que fueron integradas a la escalinata y los arcos de tapia norte. La nave de la capilla se adaptó como teatro, donde aún se puede admirar el magnífico trabajo de cantería de la bóveda.

Los espacios anexos fueron reacondicionados como oficinas al servicio de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo.