Uno de los estados con los sabores más ricos de todo México es sin duda Puebla, cuna del mundialmente famoso mole, los chiles en nogada y muchos dulces típicos que representan al país entero en todas partes, sin embargo no es lo único que puede saborearse en este estado.
Esta exquisita gastronomía es la mezcla perfecta entre la cultura indígena con la de los conquistadores españoles, pues al llegar éstos últimos a tierras mexicanas los habitantes ya tenían sus propias recetas, más tarde llegaron algunos frances y luego otros más libaneses, creando poco a poco una deliciosa combinación de sabores.
El platillo más popular tiene su origen en las cocinas indígenas, posteriormente se fue combinando con ingredientes europeos, dando como resultado el sabor que ahora conocemos, moliendo chocolate, almendras, chile, nueces y en algunas ocasiones poco más de 30 ingredientes que juntos darán como resultado una salsa en tonos marrón con la que habrán de bañar diferentes piezas de pollo y finalmente decorar con ajonjolí, acompañando con tortillas calientes.
El siguiente platillo es más codiciado por ser específico en cierta temporada, debido a las nueces que requiere, éstas son frecuentes en verano, aunque hay quienes logran cocinarlos en el mes de septiembre por ser símbolo de patriotismo mexicano, pues se adorna de los colores patrios, el verde lo representan algunas ramitas de perejil, la crema con que se cubre es blanca, conocida como nogada y la granada que le da color es roja.
Se trata de chiles poblanos rellenos de picadillo, una vez rellenados se capean y posteriormente se adereza con la granada, el perejil y la nogada, ésta última hecha con almendras, nuez de castilla y queso de cabra o queso fresco.
Otro de los antojitos poblanos que más gustan a propios y visitantes son las cemitas, son una especie de hamburguesa con gran variedad de ingredientes, en sus inicios solo incluían papa, nopal y frijol, pues eran alimento de obreros que no tenían dinero para comprar carne, con el paso del tiempo comenzaron a agregarle cosas como cebolla, chiles en vinagre o chipotle y fue exitoso así que le anexaron aguacate y tiempo después carne y queso, quedando una torta de gran tamaño muy aclamada en los puestos de comida poblanos.
Los postres son deliciosos, no dude en probar los clásicos camotes poblanos de diferentes colores y sabores; los borrachitos no pueden faltar, el postre emblemático de Puebla, son pequeños cubitos dulces de diferentes sabores, hechos con azúcar y fécula de maíz con un toque de licor, de ahí el nombre.
Si busca algo diferente, no dude en probar las tortitas de Santa Clara, éstas son pequeñas galletas crujientes con pasta de semilla de calabaza casi cristalizada en la parte de arriba, el sabor es incomparable.
De las bebidas típicas de aquí el rompope es el principal, gracias a la presencia e importancia que las monjas de Santa Clara y Santa Rosa tenían en este lugar.