El barro negro de Oaxaca es una cerámica tradicional de México, conocida por su color oscuro y su resistencia. El origen de esta técnica se remonta a la época precolombina, y se cree que fue desarrollada por los Zapotecas y Mixtecas.

La cerámica negra se elabora a partir de una arcilla especial, llamada "barro negro", que se encuentra en las laderas de cerros cercanos a la ciudad de Oaxaca. Este barro es rico en hierro y otros minerales, lo que le da su color oscuro característico. El proceso de elaboración comienza con la extracción de la arcilla del suelo, seguida de su procesamiento y moldeado para darle la forma deseada.

Cerámica de Barro Negro, Oaxaca

Una vez moldeada, la cerámica es cocida a altas temperaturas en un horno de leña. Este proceso de cocción es crucial para la resistencia y durabilidad de la cerámica. El barro negro se cocina durante varias horas a temperaturas de alrededor de 800 grados Celsius. El fuego de leña es esencial para lograr el color oscuro característico del barro negro.

La cerámica negra de Oaxaca es muy valorada por su resistencia y durabilidad, y es utilizada para una variedad de objetos, desde ollas y platos hasta figuras decorativas y urnas funerarias. Además, el barro negro de Oaxaca es conocido por su gran importancia cultural y artesanal, ya que ha sido transmitido de generación en generación por familias de artesanos de la región.

Cerámica de Barro Negro, Oaxaca

En resumen, el barro negro de Oaxaca es una cerámica tradicional con una larga historia y un gran valor cultural y artesanal. Elaborado con una arcilla especial y cocida a altas temperaturas, es conocida por su resistencia, durabilidad y color oscuro característico. Su proceso de elaboración es artesanal y se ha transmitido de generación en generación. Es una excelente opción para aquellos que quieren llevar a casa un recuerdo auténtico de México y su cultura.