A la hora de comer en Lagos de Moreno la variedad es grande, la mayoría de los platillos que se disfrutan aquí son herencia de la cocina mestiza, otros más son resultado de la fusión de la cocina europea, gracias a los españoles, e indígena, por los chichimecas y tlaxcaltecas, pero además, también influyeron los africanos, pues en ese entonces eran los criados de los conquistadores, por tanto, ellos cocinaban.
Muchos de sus guisos se basan en carne y otros más en masa de maíz. No dude en probar las famosas pacholas, son gorditas de maiz crudo y salsa de tomate; pero para los amantes de la carne también hay birria tatemada, puede ser de borrego, de chivo o de becerro; y claro, no puede faltar el pozole estilo jalisco, con carne de cerdo, granos de maíz y chile rojo para dar color, además se complementa con tiras de lechuga romana, rábano, cebolla en cubos finos, tostadas y limón.
Una ventaja de la zona es que desde épocas remotas, muy cerca del río, ya se cultivaban verduras y frutas con las que se complementan las comidas hasta nuestros días, por lo que la lechuga, el ejote, el rábano, cilantro, zanahoria, romero y otras plantas no faltan en los platillos. Los granos y cereales también son cultivados aquí. Además de las zonas cercanas al río, también se cultivaban en los terrenos de las haciendas, así que, al visitar alguna no olvide preguntar por los huertos.
De las bebidas más comunes no debe dejar de probar el pulque, obtenido de la fermentación del mamey, es una bebida con cierto grado de alcohol en tono blanco; y el tepache, producto de la fermentación de la piña, con un pequeño grado de alcohol.
En Lagos de Moreno se especializan también en la elaboración de cremas y quesos, entre otros productos lácteos, gracias a la gran actividad ganadera que se desarrolla desde mucho tiempo atrás, haciendo de este lugar uno de los más reconocidos en esta labor.