Uno de los pueblos mágicos Coahuilenses más visitados es Parras de la Fuente, cuyo atractivo principal son los viñedos, los más antiguos de latinoamérica, mas esto no es lo único que tiene para ofrecer.
Situado entre Coahuila y Torreón, este sitio fue en primera instancia una villa que llevaba por nombre Santa María de las Parras, esto debido a la gran fertilidad de sus tierras, fue hasta el año 1868 cuando obtiene el nombre de Parras de la Fuente, en honor al célebre abogado, oriundo de Saltillo, Juan Antonio de la Fuente, quien defendiera la soberanía mexicana durante el segundo imperio.
Al adentrarse cada vez más a sus calles notará que se trata de un poblado agrícola desarrollado, con lo que a través de los años ha ido ganando fama y prestigio, y de esta manera posicionarse como uno de los principales productores de vinos, licores y aguardientes; los pobladores de este lugar se distinguen también por sus trabajos textiles, se dicen que la mejor mezclilla proviene de aquí.
Iglesia de Parras
Parras de la fuente cuenta con variedad de atractivos que no debe dejar de visitar, como las bodegas del Vesubio, donde se mezcla la cultura italiana con la tradición vitivinícola, dando lugar a toda una tradición de familia creando excelentes vinos.
La antigua Hacienda de Perote fue el hogar de la familia Madero, convertido ahora en un hotel que combina la actividad vitivinícola con un ambiente relajado y de descanso. Aquí aún se producen vinos pero en cantidades pequeñas.
En la Iglesia de Santa María de las Parras podrá observar el acta de fundación del la ciudad.
La Casa del Abuelo
Lo que ahora se conoce como la Casa del Abuelo, antaño fue la casa de Francisco I. Madero, aquí se dará una idea muy clara de la arquitectura utilizada en la época del porfiriato; mientras que algunas pertenencias de éste martir de la independencia se exhiben en la casa de la cultura, entre los que destaca su acta de nacimiento, algunas pinturas, entre otros objetos de gran valor histórico.
Si visita este bello pueblo mágico durante el mes de noviembre no dude en acudir al Festival del Dulce y la Nuez, donde se deleitará con los dulces hechos con uva, piñones, nueces y cajeta, todos elaborados artesanalmente por productores locales.
Pero sin duda, la mayor de las celebraciones ocurre en agosto, cuando la Casa Madero organiza las fiestas de la uva y el vino y de la vendimia, el evento más grande de la región, a tal grado que en algún momento se deja ver pirtecnia, fogatas y juegos, el clásico torito de petardos no puede faltar.
Viñedos Casa Madero
